La historia de la Familia Lizana
La historia de la Familia Lizana en el oficio comienza con Don Héctor Lizana Gutiérrez, quien en el año 1936 acompaña a un organillero vendiendo pelotas de aserrín por las calles y plazas de Santiago de Chile. En el año 1938, Don Héctor pasa a tocar el chin-chin. En ese andar conoce a su mujer, la Señora Graciela Quezada y con la cual contrae matrimonio a mediados del año 1946. De esa unión nace en 1949 su primer hijo Don Manuel Lizana Quezada.
En el 53 Don Héctor obtiene su primer organillo el cual trabajaba con su hijo Manuel, quien además tocada el organillo para que su padre las hiciera en el chin-chin. Cuando el niño ya tenía 12 años comienza a tocar y a bailar con el chin-chin.
En el año 1955 nace el segundo hijo de Don Héctor, Juan Lizana Quezada quien en el 69 ocupa el puesto de organillero formándose el trío “Guardia vieja”, con este hecho se forma la segunda generación.
Don Héctor a través de los años aprendió a darle mantención a su organillo y ese conocimiento se los fue traspasando a su hijo Manuel. Desde entonces los sueños de Manuel fueron ser el restaurador de organillos.
Manuel Lizana cumplió el servicio militar en Valparaíso en el año 1969, allí conoció a Marta Hidalgo su esposa. Al conocer la familia de la señora Marta se llevó la sorpresa de que el esposo de su hermana, Don Pedro Castillo, era también organillero formándose así una gran familia de artistas.
Con el tiempo Manuel Lizana cumplió su sueño de ocupar el puesto de maestro de organillo como también lo era Don Enrique Venegas, quien en 1984 lamentablemente falleció, quedando Manuel como el único reparador en Chile.
Sus primeras reparaciones fueron en 1978.
Actualmente Manuel y Marta tienen tres hijos llamados Cecilia Lizana H. (1970), Manuel Lizana H. (1971) y Héctor Lizana H. (1977).
Manuel Lizana Hidalgo de la tercera generación salió junto a su hermano Héctor Lizana Hidalgo con solo 12 y 7 años respectivamente a trabajar en la calle. Manuel con el organillo y Héctor con los remolinos y las chicharras. Hoy en día estos hermanos han pasado a ser ayudantes de su padre en el taller familiar de reparación y construcción de organillos.
En 1991 crearon su primer organillo y hasta la fecha, ya llevan cerca de 10 unidades terminadas.
Manuel Lizana, gracias a su constante trabajo se ha podido dar a conocer dentro otros países como México y Alemania, viajando en varias oportunidades al país del norte en calidad de “Maestro de organillos” para reparar algunos ejemplares que allá se encuentran.
En 2004 con el apoyo de Marianela Riquelme, Agustín Ruiz y Arturo Torrealba se logra contacto con los luthieres de Alemania los Señores Jager y Brommer quienes se interesaron por estos restauradores, organilleros y su oficio en general. Entonces surgió el viaje al país europeo gracias al apoyo, además, del MINISTERIO DE CULTURA Y LA DIRAC. El viaje fue todo un éxito, tuvieron la oportunidad de conocer cuatro museos, generando un intercambio de visiones con los luthieres Alemanes y la posibilidad de saber más del primer fabricante de organillos del mundo, el señor Bruder de vivió por los años 1720.
La familia Lizana, le hace una invitación a Chile al Señor Brommer, para mostrarle la corporación de organilleros y el taller de Manuel Lizana, recibiéndolo con una gran exposición en el museo Casa Colora de Santiago luego de otra muestra realizada en la Ciudad Puerto de Valparaíso. De esta actividad se desprende la invitación hecha por el alemán hacia don Manuel Lizana, su hijo Héctor Lizana y el presidente de la corporación de organilleros de Chile don Manuel Lara a la más grande muestra de organillos en Alemania el año 2005.
Marcela Medina Adán
FENARO