Juan de Dios Ascencio Villagrán Q.E.P.D
Juan de Dios Ascencio Villagrán nacido y criado en San Manuel, en el mismo lugar conoce a quien fue su esposa, María Concepción Gutiérrez Soto, conocida cariñosamente como “Conchito”. Tuvieron 5 hijos R,amón, Héctor, Jaime, Hidalia y Patricia. Como familia recibieron a dos niños que criaron como propios.
En la década de los 60 se les presenta la oportunidad junto a su hermano Pedro y su compadre Alfonso Villagra de comprar un fundo llamado “JUNQUILLO”, en la zona cordillera de la Colonia Dignidad. En dicho lugar dio crianza a sus hijos a base de esfuerzo , trabajando en carbón el cual era trasladado en carreta hacia la localidad de Parral, cuyo trayecto demoraba horas, días, incluso semanas, son demasiados kilómetros los que separan dicho sector. También se dedicaba a la crianza de animales y cosecha de trigo.
Fue un hombre muy preocupado no solo de su familia sino de las personas que lo rodeaban. Su gran inquietud era la educación de los niños de dicho lugar, los cuales no tenían oportunidad ni recursos para poder estudiar. Es por eso que junto a su esposa donaron un terreno para poder construir una escuela y todos los pequeños del sector pudieran tener una educación digna.
Al avanzar los años se tuvieron que acercar a la civilización y junto a su familia se fueron al sector de Villa Rosa, un lugar totalmente distinto. Rápidamente al ser muy sociable, empezó a tener buena relación con sus vecinos y amigos. Al mismo tiempo planteó a sus hijos una inquietud que era construir una medialuna como medio de distracción, en el sector solo se realizaba el deporte del futbol.
Su amor por los animales y el deporte del rodeo lo impulsaron a cumplir su sueño. Esta misma inquietud dada a conocer a sus hijos, se la traspaso a su hermano Francisco Ascencio, algunos amigos y conocidos, los cuales apoyaron este desafío.
Junto a un grupo de vecinos se acercaron a conversar con Ignacio Urrutia Bonilla para solicitar apoyo, el cual les cedió un terreno en comodato para la construcción del recinto corralero.
Ya estaba el primer paso, fue un gran trabajo botando árboles, destroncando y limpiando el lugar junto a los primeros socios que se sumaron a este trabajo, por nombrar a algunos : Francisco Ascencio , Juan Carrasco , Henrique Pinochet, Mario Vejar, Eliseo y Luis Soto. Ramón y José González, Ramón Vásquez, Francisco Chandia, “Tonito” Parada, Gerardo Guzmán, Norberto y Carlos Sepúlveda, Alberto y Marcelo Gutiérrez, Celerino Retamal, Wilfredo y Héctor Ascencio.
El segundo paso era empezar a construir, reuniendo palo por palo, tabla por tabla, donde también fueron apoyados por pilares fundamentales, sus esposas, las que realizaban beneficios. Trabajando codo a codo con sus maridos para reunir el dinero y seguir la construcción. Era realmente admirable la labor que se realizaba en conjunto y todo por un mismo sueño, verla terminada.
Tercer paso ya finalizada con la mitad de sus graderías, se corrió el primer rodeo, las esposas de los socios confeccionaron las escarapelas para los lugares de premiación de ese momento. Hasta el día de hoy podemos decir que unos de los grandes rodeos que se realizan en esta ciudad, es el de Villa Rosa, el que suma cada año más adherentes.
En la actualidad Juan Ascencio ya no está presente ya que en septiembre del 2019 a sus 94 años nos dejó. Dejó una tremenda herencia, ahora son sus hijos, nietos y bisnietos los que corren, a los cuales desde siempre les enseño el amor a este deporte nacional y ahora desde el cielo mira orgulloso el legado que dejo acá en la tierra.
Marcela Medina Adán
FENARO